Credo Del Asesino
El Credo del Asesino, o simplemente el Credo, fue el código ético y filosófico seguido por la Orden de los Asesinos, seguido desde al menos la Edad Media hasta los tiempos modernos. Considerado el pilar de la Orden, ordena que los Asesinos sean sabios, cuestionando la realidad y las restricciones morales de los hombres, y que las mentes han de ser libres, siempre y cuando uno asuma las consecuencias de sus actos. Además de esto, establece tres principios, prohibiendo el asesinato de inocentes, obligando a actuar sigilosamente, y a no comprometer a la Hermandad.
El castigo por la violación de uno de estos principios oscilaba entre la pena de muerte y la pérdida de rango, dado que el Credo servía como el mayor símbolo de identidad de la Hermandad, hasta tal punto que no seguirlo significaba no formar parte de los Asesinos. El mensaje del Credo fue transmitido de forma oral y escrita durante generaciones, para que todo Asesino pudiese conocerlo y seguirlo.
Era frecuentemente recitado en iniciaciones y otros rituales de los Asesinos, o incluso ante la ejecución de algún objetivo de la Orden. El Mentor de los Asesinos Sirios Altaïr Ibn-La'Ahad creó las tres ironías del Credo, indicando que se contradecía a si mismo en varios aspectos, tan solo siendo un esbozo de la realidad; el Mentor sirio admitió que no podría ser destruido, dado que esas ideas regresarían tarde o temprano, por mucho que sus seguidores fuesen muertos.
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